Por lo general cuando decimos que estamos
trabajando basado en un modelo socio comunitario, nuestro pensamiento nos lleva
a ámbitos rurales o urbanos periféricos, de que nuestra labor será con personas
con carencias económicas o donde los problemas psico-sociales son más álgidos,
desde mi perspectiva ese prejuicio nos lleva a ir estableciendo un nivel de
intervención basada en la propuesta de nuestra apuesta por los sectores más
desposeídos de nuestra sociedad, si bien es cierto esta visión que es parte de nuestra
conciencia social como profesionales de la Ciencia Psicológica, también impide
en algunos casos a tener en cuenta el enorme potencial que en estos sectores a
trabajar uno encuentra o se lleva una sorpresa cuando en esas comunidades el
nivel de conciencia social, capacidades y organización están muy por encima de
lo que único esperaba encontrar, incluso en el aspecto económico. Antonio Lara Ponce
Por ello es importante que el Psicólogo que
va a intervenir pueda ir desprovisto de la menor cantidad de visiones pre
establecidas de la comunidad e ingrese con el propósito de ir primero el
empoderándose de la situación y “fortaleciendo sus capacidades” en la propia
comunidad, de conocer su dinámica, su contexto y la coyuntura que vive, conocer
su historia, sus intereses, expectativas y necesidades, aprender a conocerlos
realmente, que hay detrás de lo que uno observa, analizar sus actitudes y las
visiones a corto, mediano y largo plazo que ellos se han planteado. Antonio Lara Ponce
Actualmente ya las comunidades han cambiado
mucho sobre la intervención de actores externos a ellas, hay quienes te reciben
con mucho entusiasmo, otros con recelo y hay quienes rechazan también, por ello
la simple pregunta del ¿Por qué? Nos ayudara a vislumbrar mejor nuestro accionar
en las comunidades donde vamos a trabajar. Antonio
Lara Ponce
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